Sunday, April 12, 2009

En la noche de Pascua.


En la noche de Pascua; Svetlana y su hija Inna (en la foto el P. Juan le unge con el Santo Crisma) recibieron el Bautismo, Confirmacíon y Eucaristía.


El P. Jacek (vicario parroquial) e Irina, ambos padrinos entregan las velas encendidas a Svetlana y a su hija Inna.

El P. Jacek precidiendo la Eucaristía de hoy domingo 13 de Abril.

Al final de la Santa Misa, unimos nuestras voces para darle gracias a Dios por estos días vividos con alegría y devoción.










Friday, April 10, 2009

Una pesada cruz.



No hace mucho, me pidieron que dirigiera un retiro de fin de semana a un grupito de jóvenes comprometidos de San Petersburgo. Y están de verdad comprometidos, porque pertenecen a un grupo que se llama “Militia Dei”. Informan, aconsejan, asesoran, combaten contra las sectas, en fin, que pasan mucho tiempo hablando de Dios y ayudando a otros a distinguir lo que es bueno de lo que sólo te complica o estropea la vida. A decir verdad, no me venía muy bien, pero a esta gente hay que apoyarla. Bastante hacen ellos por la Iglesia, a tiempo y a destiempo, para que luego les digamos que no. Así que consulté con la Comunidad, arreglamos la misa en español (quedó encargado el p. José Mª Vegas) y acepté la oferta.

Puesto que no había casa en San Petersburgo para reunirnos, tuvimos que ir a Velíkii Nóvgorod. A 180 kilómetros de San Petersburgo. No es mucho, pero las carreteras de Rusia, por desgracia, están lejos de ser lo que son en España, por ejemplo. No te duermes al volante, porque el firme no hace honor a su nombre, y con frecuencia hay agujeritos, agujeros y agujerazos. Así es la vida, la misión es lo que tiene.

Fuimos en dos coches, porque conmigo éramos 6 personas. En Nóvgorod nos esperaban otros 3 miembros del grupo. El 2º conductor era novel, con poco tiempo de carnet, pero se puso a rueda y llegamos bastante bien. A pesar de salir algo tarde.

¿Y por qué salimos tarde? Porque una chica se retrasó. Puede pensar el lector que es normal, que siempre hay alguna chica que se retrasa, todos los que han organizado alguna cosa en las parroquias saben que siempre hay alguien que llega tarde. Las excusas suelen ser bastante originales, pero esta vez, la explicación me dejó atónito. Esta señora llegó tarde porque tuvo que tranquilizar a su marido, antes de salir a los ejercicios. El pobre tiene un problema muy serio con el alcohol, y esta buena mujer, después de mucho tiempo dedicada a él, decidió darse un tiempo para sí y venirse al retiro. Para poder hacerlo, tuvo que dejarle encerrado en casa, sin llaves. Así se aseguraba de que no iba a caerse en cualquier esquina, abriéndose la cabeza, que no le iban a robar el dinero o el móvil, que no se iba a pelear con nadie… Es muy duro tener que recurrir a estos extremos, pero a veces hay que tomar decisiones serias. Y ella lo hizo. Le escondió varias botellas por la casa, con el fin de que, si el hombre quería beber, tuviera que llamar por teléfono y preguntar dónde estaban las botellas.

El caso es que pasamos un buen fin de semana, gracias a la amabilidad del p. Vladímir, que nos acogió en la parroquia de san Pedro y san Pablo. Las condiciones eran tirando a espartanas, pero cuando hay buena voluntad y ganas de encontrarse con Dios, nada detiene a un creyente. Pasaron rápido el sábado y el domingo, con participación en la misa dominical incluida. Incluso me encontré con un chaval de Perú, estudiante de Medicina, que conocí hace algunos años en San Petersburgo, y que sigue en Nóvgorod. Es buena persona, no podía ser de otro modo, se llama Alejandro… Bromas aparte, creo que aprovechamos el tiempo, el grupo y yo.

La que peor lo pasó fue esta mujer de la que estoy hablando. Su marido no llamó en todo el fin de semana, y no contestaba al teléfono, ni al fijo, ni al móvil. La pobre rezó mucho, por ella y por él.

Llegó el domingo por la tarde, y la vuelta a casa. Después de un viaje tranquilo, con mucha lluvia y una parada para tomar algo, llegamos a la urbe. Esta mujer me pidió que la acompañara a casa, por si acaso… Allá que nos fuimos, y, cuando llegamos, gracias a Dios su esposo estaba bien. Había resuelto la tarea, había encontrado las botellas, y por eso no necesitó llamar. Se encontraba en un estado lamentable, debido a la ingesta de alcohol, pero vivo. A mi amiga le cambió la cara. Pocas veces he visto una alegría tan sincera.

¿Por qué escribo sobre ella? Porque, de camino hacia su casa, me dijo que quizá fuera difícil vivir en un país extranjero, hablar una lengua extraña, estar lejos de tu patria y de tu gente… Al final, dijo que me admiraba, a mí y a los sacerdotes y religiosos que trabajamos en esta ciudad de San Petersburgo. Ella nos admira. Ella, que lleva años lidiando con un “miura” de cuidado, el alcoholismo de su esposo. Ella que, en vez de abandonarle a su suerte, como hace la mayoría de la gente (y tendría motivos para dejarle), ha decidido cumplir aquello que prometió en su día, “en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza…, hasta que la muerte nos separe”. Ella, que tiene que trabajar por los dos, para salir adelante. Ella, que vive en condiciones muy difíciles, porque la crisis ha llegado también a Rusia. Ella, que se va de retiro, para poner algo de orden en su vida y dejar que Dios le ilumine en un momento difícil. Ella me admira a mí, que tengo de todo, que me siento querido, que veo que estoy haciendo lo que Dios quiere, donde Él quiere. Yo lo oía, le escuchaba diciendo que me admiraba, y no me lo podía creer. Es que todavía hay gente buena.

Llevo muchos días rezando por esta mujer. Y por su esposo. Y por las muchas madres, esposas, abuelas, que tienen que cargar con la cruz de un familiar alcohólico. Para que sientan la presencia cercana de Cristo, ayudándolas a llevar esta carga. Os pido que también vosotros recéis por ellas. A ellas sí que hay que admirarlas.

Alejandro José Carbajo, CMF

Wednesday, April 08, 2009

El consulado Español en San Petersburgo se interesa por la vida de nuestra parroquia.

No es la primera vez que el Sr Cónsul General de España en SP se pone en contacto con el P. Juan para saber de la vida parroquial. Hace tiempo que está al tanto de las dificultades por las que le toca pasar a esta comunidad frente a la negativa de la compañía constructora a entregar la documentación pertinente que acreditaría la posesión definitiva de la Iglesia. Según comentarios que hemos recibido de fuentes fidedignas, el consulado Polaco y Lituano también han intercedido antes las autoridades locales para que alguien aquí, nos "ofrezca una mano de ayuda" y al fin podamos utilizar la Iglesia en su totalidad. Hasta ahora, como ya hemos comentado, tenemos una autorización verbal para usar el templo algunas horas los domingos y diariamente una hora por la tarde.
Don Francisco Pascual de la Parte escribe así al Gobernador:

Al gobernador de la región de Murmansk Dmitrienko D.V.

Estimado Dmitry Vladimirovich

Ante todo, permítame felicitarle por su reciente nombramiento como Gobernador de Murmansk. Le deseo éxito en su nuevo puesto y le garantizo la colaboración de este Consulado General en todos los asuntos que tenga a bien someter a mi consideración.

Como continuación a la comunicación que en su día dirigí a su antecesor en el cargo sobre el mismo asunto, me dirijo ahora a Vd. en relación con los problemas que se plantean a la parroquia católica de la ciudad de Murmansk, cuyo párroco es un ciudadano español, el padre Juan Emilio Sarmiento.

Según he sido informado por el Párroco, durante la construcción del templo católico en la calle Dostoyevskogo de Murmansk ha surgido un conflicto entre el Cliente (La parroquia de San Miguel Arcángel de la Iglesia Católica Romana en Murmansk) y el Contratista (La Sociedad Anónima «Murmanskpromstroy»).

El párroco y los parroquianos, tras largos años de espera y de sacrificios financieros con la esperanza de ver cumplido su sueño de contar con una parroquia católica en Murmansk, se lamentan amargamente de que las obras acordadas según el proyecto y el contrato suscrito por ambas partes no han sido ejecutadas en su totalidad, de que se han producido graves infracciones del contrato en la ejecución de las obras por parte del contratista y de que se han empleado materiales de peor calidad que la acordada, en la parte de las obras ya terminada.

Lo más grave parece ser que tienen lugar exigencias injustificadas de grandes sumas adicionales por parte del Contratista, no previstas en el referido contrato, sin cuyo pago no entregará las llaves ni la documentación necesaria para registrar la propiedad ni para efectuar las conexiones de gas, electricidad, calefacción, desagüe, etc.

Los fieles de la parroquia dicen sentirse indefensos ante el proceder de los constructores.

El padre Juan Emilio Sarmiento ya se dirigió a su antecesor por carta sobre este asunto, a indicación del Nuncio del Vaticano y del Arzobispo Pablo Pezzi de Moscú, pero no recibió respuesta.

Le estaría sumamente agradecido si diera las indicaciones pertinentes a los organismos locales competentes, a fin de que contribuyan a lograr un arreglo amistoso a la situación descrita, que sea aceptable para ambas partes.

No se le ocultará que contar con una parroquia católica constituye un importante logro que Murmansk podrá exhibir orgullosa y que atraerá una poderosa corriente de simpatía hacia ella por parte de varios países. Asimismo, será una valiosa aportación a su ciudad, que es conocida por su enriquecedora composición multiétnica, por su ambiente acogedor, por su tolerancia y por su alto nivel cultural. En tercer lugar, el acertado emplazamiento y artística fachada del templo, que le será familiar, contribuirán a embellecer el aspecto urbano de Murmansk.

Adjunto copia de la carta del Párroco, del 4 de agosto de 2008, copia de los textos que recogen las peticiones de los parroquianos del 18 enero de 2009, así como copia de la carta del Arzobispo Pablo Pezzi del 3 febrero de 2009.

Le agradezco de antemano lo que pueda hacer en relación con esta solicitud mía y aprovecho la ocasión para reiterarle el testimonio de mi más alta consideración.

El Consulado General y yo personalmente siempre estaremos a su disposición en lo que podamos serle útiles.

Francisco Pascual de la Parte

Cónsul General de España

en San Petersburgo

3 de abril de 2009

Sunday, April 05, 2009

Domingo de Ramos: Estrenar la Vida


"Domingo de Ramos: Al que no estrene nada, se le caen las manos". Así rezaba un refrán de mis lejanos años de infancia, cuando la fiebre comercial aún no existía. Para mí, niño de ciudad de provincias, este era un dogma vital, creído, esperado y amado. Desde muy pequeño, sabía que ese domingo iba a estrenar algo para asístir orgulloso a la procesión de la borriquilla. De hecho, en mi casa, con cuatro bocas por llenar además de las suyas, mis padres siempre nos tenían preparado a mis hermanas y a mí algo para estrenar, aunque sólo fuesen unos calcetines o un pañuelo. Todo, antes de arriesgarse a perder las manos...



Hoy en Murmansk, después de una noche gélida, hemos estrenado un nuevo día circundados por un impresionante sol de justicia. Colándose por las pupilas del cuerpo y los ojos del alma, nos gritaba que el invierno tiene los días contados y triunfa la primavera de la Pascua florida. El sol parece haber sido la campana que ha convocado a tantos y tantos de nuestros parroquianos a la celebración del Domingo de Ramos. Ha sido un regalo inesperado y gozoso para todos. Hemos podido reunirnos fuera, en la explanada frente al templo, para la bendición de los ramos y la proclamación del evangelio de la entrada en Jerusalén. Aunque la nieve se acumulaba ante nuestros ojos, el sol nos hacía sentir el calor del encuentro fraterno. Tanto, que al pasar entre el pasillo humano de los "pueri Murmanskorum portantes ramos olivarum" todos querían sentir el roce del agua bendita ("que a mí no me ha tocado...") y cantaban, con la fuerza del estreno, un canto antiguo como el evento histórico revivido en Murmansk-Jerusalén "Hosanna, Hosanna, Hosanna, sanna ei".


El sol ha sido el protagonista de la Liturgia. Se colaba por los amplios ventanales y nos bañaba a todos una y otra vez con su calor. Hoy la gente cantaba como nunca. Todos y con fuerza. Ellos mismos lo han dicho al acabar: "¡Qué bonito! ¡Cuánta gente! y... ¡cómo hemos cantado!" No ha importado que la celebración haya durado casi dos horas de reloj. Se estaba bien allí. Al acabar, algunos preguntaban "pero, ¿no hay encuentro ahora con el Padre Mariano para segujir con las charlas sobre la Pascua?"



Jesús entrando en Jerusalén, nos invita a entregar la vida con El para estrenar la Vida de verdad. El gozo de la Pascua ha empezado hoy, al contemplar al Rey entrando humilde en su gloria rodeado de cantos de la gente sencilla. La noche de Getsemaní no pierde ni un ápice de su agónico drama. Hay que beber el cáliz hasta las heces. Hay que des-vivirse y morir día a día. Pero el Sol invicto de la Pascua va a hacer reventar la piedra del sepulcro. El vino nuevo del reino preparado para los sencillos, está pronto para ser estrenado. Se acerca la Pascua. ¡ A des-vivirse, hermanos y hermanas, amigos de Murmansk, que son dos días! Y al tercero... estrenamos la Vida de verdad.

Domingo de Ramos

Saturday, April 04, 2009

El Norte de la Pascua II


Era mi primera Pascua (ortodoxa) en Rusia. Desde la calle, en la oscuridad de la noche, se iba acercando un hormigueo de luces arropado por cantos. Al llegar la procesión a la iglesia donde se agolpaba la gente, se abrieron las puertas y entonces lo oí por vez primera. Era un grito de júbilo rasgando la noche. Parecía brotar de una espera eterna y difícilmente resignada. “¡Jristós vascrese!” (¡Cristo ha resucitado!) Y entonces espontáneamente, como intentando aseverar a gritos lo indispensable, un coro de voces respondió: “¡Vaístinu vascrese!” (Verdaderamente ha resucitado). Después lo he oído tantas veces, que ya casi, casi (al oírlo nunca puedo evitar un cosquilleo en el alma) me he acostumbrado. Pero aquella noche era la primera vez. Y lloré de alegría. Junto a mí veía un mar de pequeñas luces temblorosas, pañuelos multicolores, lágrimas y alegría contagiosa. De nuevo el grito se alzó y la ola de júbilo popular sepultó las palabras del pope. Y por tercera vez la misma escena. Cada noche de Pascua el pueblo ruso repite miles de miles de veces estas palabras. En ello les va la vida. Sin la fe en la resurrección de su Señor, sin el convencimiento de esta verdad gritada hasta la ronquera y las lágrimas, Rusia en sus más recónditas entrañas, estaría hundida en el fatalismo. De problemas en Rusia andamos sobrados y el panorama es poco esperanzador. Sin embargo, cada año, cada Pascua, Jesús se cuela por las venas de este pueblo y le regala la esperanza de sentir y gritar que sigue vivo y es futuro para el mundo.
En San Petersburgo reside el polo norte de la misión claretiana. El Norte también existe, hermanos del Sur y del lejano Oeste. Somos herederos de aquel que dijo que de los cinco talentos, cuatro son las agujas provocadoras de la rosa de los vientos. Somos menos. Somos más viejos. Andamos aquejados de problemas y complejos. Las diversas crisis rondan buscando a quién devorar. Pero Jesús otra vez es Pascua. Y nos invita a creer, a poner proa a lo imposible, a ir más lejos de nuestras viejas dársenas demasiado conocidas. La misión es nuestra razón de ser y la misión salvará lo mejor de nosotros mismos. Aquí seguimos soñando y mirando al Norte. Nos parece oir a Jesús invitándonos a subir más arriba, diez grados al norte, casi en el paralelo 70 y aventurarnos a descubrir que la frontera de la misión no existe. En el Norte-Norte, donde el mundo habitable acaba, hay muy poco, dicen. Casi nada. Las multitudes hambrientas de la Palabra de Dios parece que no andan por esas tierras heladas y poco cordiales. Los primeros enviados han vuelto no precisamente cargados de racimos y relatos fabulosos. Pero hay tarea y mar por descubrir. Con Jesús en la barca, no tenemos miedo. La Pascua del Jubileo es un reto a volver a sentir el vértigo de la entrega, a decir de nuevo a Jesús: “lo que tú quieras”, a dinamitar miedos y barreras que nos impiden gritar a todo el mundo “Es verdad, ha resucitado” ¡Jristós vascrese!” “¡Vaístinu vascrese!”
Mariano Sedano Sierra cmf

El Norte de la Pascua


Hace ahora exactamente nueve años (lo que ha llovido, Dios mío!) vine por primera vez a Murmansk. Estabamos preparando, por así decir, el desembarco misionero en estas latitudes y queríamos saber con quién podíamos contar para dar los primeros pasos. Entonces escribí una pequeña crónica para nuestra revista NUNC, el boletin informativo general de la Congregación claretiana, que podeis leer en este mismo blog.





Ahora, 9 años más tarde, la realidad ha cambiado mucho, pero el entusiasmo sigue en pie de Pascua. He vuelto a revivir la ilusión de los primeros días buscando católicos entre los lituanos de la ciudad y otros contactos que nos habían hecho llegar. Horas al teléfono recibiendo respuestas de lo más variopinto. La mayoría de los potgencialmente católicos, o bien pasaban de la religion, o se habioan hecho ortodoxos, como fruto del "proselitismo" matrimonial. Al final, en las celebraciones pascuales estabamos cuatro gastos. No exagero. exactamente cuatro, sin contar los 5 que habíamos venido de San Petersburgo.



Hoy con la comunidad afinazada y creciendo de dia en día, con la iglesia en funcionamiento, con dos sacerdotes viviendo permanentemente aqui, la realidad de la presencia católica en Murmansk es una realidad gozosa.



En estos días estoy reflexionando con la comunidad parroquial lo que significa la vivencia de la Pascua, desde sus raíces veterotestamentarias hasta nuestros días.
La experiencia del Exodo para Israel es la autoconciencia de su propia existencia como pueblo. Existen porque Dios mismo los liberó de la escalvitud y los hizo sentirse pueblo libre que vive para El. A lo largo de la historia, la celebración anual de la Pascua, reviviendo la liberación, el paso por el mar, el sacrificio del cordero, los panes ácimos, les ayudó a no perder nunca el Norte, aun en los momentos más terribles y dramáticos de su historia. Dicen los exegetas que cada generacion de hijos de Abraham, los verdaderos hijos de Israel dispersos por toda la tierra, puede añadir sus propias experiencias a las de Israel y sólo de este modo la Pascua será de verdad Pascua.

Cuando veo los rostros de nuestras babushkas, de nuestra buena gente, de los niños, del P. Juan o del P. Jaszek, veo la historia pascual de esta comunidad escrita en sus miradas. Ellos saben de verdad lo que significa pasar de la muerte a la vida como comunidad, lo que significa intentar liberarse de la vieja levadura de heridas pasadas, de muerte en forma de desencantos, dependencias, rupturas familiares o engaños. Cada encuentro de estos días está siendo par mi un reencuentro con la Palabra en su exégesis viva y existencial.

El recuerdo revivido de los años pasados y de la presencia salvadora de la mano de Dios es la clave de lectura del pfresente con sus dificultades de todo tipo y la apertura a seguir viendo cómo el espíritu continúa llevandonos a la verdadera libertad y a la conciencia de formar parte de un pueblo de salvados y elegidos para cantar las alabanzas "del que nos sacó de las tinieblas y nos llevó a su luz admirable" () Quizá como en ningún lugar del mundo estas palabras tienen en Murmansk su lugar natural y encuentran su clave de comprensión.

Gracias, hermanos de Murmansk, por ayudarnos a no perder el Norte de la Pascua. Gracias por vuestro testimonio sencillo y sublime de constacia y entrega. Que estalle, de verdad, la Pascua florida en el nevado Norte y se haga aurora de tiempos nuevos en el corazón de los creyentes que confiesan su fe en Cristo.



Mariano José Sedano, cmf