Saturday, April 04, 2009

El Norte de la Pascua


Hace ahora exactamente nueve años (lo que ha llovido, Dios mío!) vine por primera vez a Murmansk. Estabamos preparando, por así decir, el desembarco misionero en estas latitudes y queríamos saber con quién podíamos contar para dar los primeros pasos. Entonces escribí una pequeña crónica para nuestra revista NUNC, el boletin informativo general de la Congregación claretiana, que podeis leer en este mismo blog.





Ahora, 9 años más tarde, la realidad ha cambiado mucho, pero el entusiasmo sigue en pie de Pascua. He vuelto a revivir la ilusión de los primeros días buscando católicos entre los lituanos de la ciudad y otros contactos que nos habían hecho llegar. Horas al teléfono recibiendo respuestas de lo más variopinto. La mayoría de los potgencialmente católicos, o bien pasaban de la religion, o se habioan hecho ortodoxos, como fruto del "proselitismo" matrimonial. Al final, en las celebraciones pascuales estabamos cuatro gastos. No exagero. exactamente cuatro, sin contar los 5 que habíamos venido de San Petersburgo.



Hoy con la comunidad afinazada y creciendo de dia en día, con la iglesia en funcionamiento, con dos sacerdotes viviendo permanentemente aqui, la realidad de la presencia católica en Murmansk es una realidad gozosa.



En estos días estoy reflexionando con la comunidad parroquial lo que significa la vivencia de la Pascua, desde sus raíces veterotestamentarias hasta nuestros días.
La experiencia del Exodo para Israel es la autoconciencia de su propia existencia como pueblo. Existen porque Dios mismo los liberó de la escalvitud y los hizo sentirse pueblo libre que vive para El. A lo largo de la historia, la celebración anual de la Pascua, reviviendo la liberación, el paso por el mar, el sacrificio del cordero, los panes ácimos, les ayudó a no perder nunca el Norte, aun en los momentos más terribles y dramáticos de su historia. Dicen los exegetas que cada generacion de hijos de Abraham, los verdaderos hijos de Israel dispersos por toda la tierra, puede añadir sus propias experiencias a las de Israel y sólo de este modo la Pascua será de verdad Pascua.

Cuando veo los rostros de nuestras babushkas, de nuestra buena gente, de los niños, del P. Juan o del P. Jaszek, veo la historia pascual de esta comunidad escrita en sus miradas. Ellos saben de verdad lo que significa pasar de la muerte a la vida como comunidad, lo que significa intentar liberarse de la vieja levadura de heridas pasadas, de muerte en forma de desencantos, dependencias, rupturas familiares o engaños. Cada encuentro de estos días está siendo par mi un reencuentro con la Palabra en su exégesis viva y existencial.

El recuerdo revivido de los años pasados y de la presencia salvadora de la mano de Dios es la clave de lectura del pfresente con sus dificultades de todo tipo y la apertura a seguir viendo cómo el espíritu continúa llevandonos a la verdadera libertad y a la conciencia de formar parte de un pueblo de salvados y elegidos para cantar las alabanzas "del que nos sacó de las tinieblas y nos llevó a su luz admirable" () Quizá como en ningún lugar del mundo estas palabras tienen en Murmansk su lugar natural y encuentran su clave de comprensión.

Gracias, hermanos de Murmansk, por ayudarnos a no perder el Norte de la Pascua. Gracias por vuestro testimonio sencillo y sublime de constacia y entrega. Que estalle, de verdad, la Pascua florida en el nevado Norte y se haga aurora de tiempos nuevos en el corazón de los creyentes que confiesan su fe en Cristo.



Mariano José Sedano, cmf



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