Tuesday, October 31, 2006

Y cómo va la construcción?!!!

Algunas fotos que muestran el momento actual de las obras.






Quienes somos!!!


Somos un grupo de fieles de la parroquia San Miguel Arcángel, de la ciudad de Murmansk (paralelo 68 dentro del Círculo polar Artico). Hace ya algunos años pedimos a nuestro Obispo en Moscú nos enviara un sacerdote como párroco. Hasta la llegada de los misioneros claretianos; (p. Juan y el Hno Josep) nos visitaba un sacerdote desde San Petersburgopara Pascua y Navidad.
Desde el año 2000 tenemos nuestro párroco que vive permanente en Murmansk.
Somos una comunidad parroquial de distintas nacionalidades; Polacos, Lituanos, Bielorusos, Ucranianos, Rusos...que con alegría nos reunimos en especial los domingos para celebrar nuestra Fe que recibimos gracias a nuestros abuelos y parientes. Muchos de nosotros hemos sido bautizados por ellos.
Como otras parroquias también nosotros tenemos la atención pastoral que necesitamos, en especial la catequesis y la celebración de los sacramentos. Los misioneros se preocupan en darnos una buena formación religiosa y por ello todos los años nos visitan desde San Petersburgo (1392 km) otros misioneros con el mismo objetivo. Este año 2006, es el año Biblico y estamos concentrados en el estudio y reflexión de la Palabra de Dios.
Pero...vivimo en este momento una alegría muy particular que queremos compartir con uds. nos sentimos muy felices puesto que parece se hará realidad nuestro sueño: tener nuestra Iglesia. La primera Iglesia Católica en estas latitudes.
Todas las celebraciones las tenemos en un pequeño piso y en nuestras casas cuando se puede pero evidentemente no es lo mismo.
Hemos acudido con el p. Juan y el Hno Josep a través de cartas dirigidas a las autoridades de Murmansk pidiendo un solar para construir nuestra Iglesia. No ha sido fácil lograr que nos atendieran y oyeran. Hemos hablado con los consejales de nuestra zona para que se interesaran por nuestra situación.
Ha sido un camino muy largo y duro..en especial cuando se nos cerraban todas las puertas en las narices. Pero...gracias a Dios, parece que al fin veremos nuestra Iglesia construida.
Estas líneas van dirigidas a todos aquellos que puedan ayudarnos; en especial pedimos ayuda económica para poder llevar adelante esta construcción y equipar nuestro templo con todos los elementos y muebles necesarios.
Confiamos en vuestro socorro y esperamos que el día en que inauguremos nuestra Iglesia estén también uds. participando de este momento tan importante para la historia de esta comunidad católica, y de esta ciudad de Murmansk.
Esperamos vuestra ayuda, no solamente de tipo económica y que es primordial, sino también confiamos en vuestras oraciones para que esto se haga realidad. Sería de nuestro agrado poder comunicarnos por medio de este correo electrónico para cualquier consulta o simplemente para recibir palabras de aliento.
Comunidad parroquial S. Miguel Arc. Murmansk. Rusia
cmfmur@online.ru

Pascua 2006 en una sala de la escuela nro 23

El p. Juan Emilio Sarmiento cmf (párroco) enciende el Cirio Pascual que sostiene entre sus manos el p. José María Vegas cmf

Un poco de historia..

“...por eso, cuando los Misioneros Claretianos se dirigieron a mí solicitando una parroquia, decidí ofrecerles este difícil reto. Enseguida constestaron positivamente y desde entonces no tengo sonrojo en ponerles como ejemplo: han sido gentes meridionales, de cultura y lengua muy lejana, acostumbrados a climas benignos, los únicos capaces de hacerse cargo de ese pequeño rebaño que pedía desde hace años un pastor...los fíios polares de Murmansk han conocido el ardor de la caridad de San Antonio María Claret que abrasab a por donde pasaba...”

Arzobispo Tadeusz Kondrusievicz
Metropolita de la diócesis de la Madre de Dios en Moscú.



Llegamos a Murmank, ciudad dentro del círculo polar ártico, en el año 2000. Traíamos solamente un sobre con el decreto de nombramiento como párroco del p. Juan Emilio Sarmiento cmf. Con él, el hermano Josep. Uno argentino, el otro alemán con una rica y amplia experiencia de trabajo en Siberia con otros misioneros claretianos.
Poco a poco, comenzaron a buscar por todos los medios a su alcance a los católicos dispersos en esta inmensa región que linda con Finlandia y Noruega. Sin vivienda y sin templo, los misioneros vivieron, primero en un hotel y luego en un pequeño piso que compartían con otro inquilino.
Pero el espíritu misionero, y la gracia de Dios les acompañaron desde mucho antes del inicio de esta tarea eminentemente pastoral.
Y así fueron llegando los primeros católicos, de la misma ciudad y de zonas lejanas de hasta 300, 400 km. Todos descendientes de polacos, bielorusos, ukranianos y lituanos.
Hoy podemos alegrarnos con todos ellos porque gracias al tesón de esta pequeña grey, conseguimos que fueran escuchados nuestros reclamos para obtener un solar en donde por primera vez se construirá la Iglesia que con tanta ansiedad deseamos ver terminada.
En el año 2004 obtuvimos el solar y hoy ya están a la vista sus cimientos. Demos gracias a Dios y en especial a las personas que generosamente colaboran para que lleguemos hasta el final de nuestro objetivo: que la comunidad católica de Murmansk, parroquia San Miguel Arcángel, tenga su templo y sus lugares en donde reunirse y celebrar los sacramentos.
Entonces ya no dependeremos de arbitrariedades y caprichos incomprensibles por no tener nuestro lugar de culto y reuniones. Ya no tendremos que actuar casi, clandestinamente, cuando a la hora de celebrar Navidad y Pascua (solo por citar las fiestas más importantes..) debemos arrendar lugares poco dignos para estas liturgias.
Esto será historia pasada. Tendremos nuestra Iglesia.
Pero necesitamos de vuestra ayuda. Son varios los proyectos que tenemos entre manos. Seguiremos dando los 150 desayunos a niños que lo necesitan. Pero queremos dar una respuesta solidaria a la situación de los ancianos, los jóvenes, los niños. Esto supone proyectos y ayuda economica para solventarlos.
Esta experiencia claretiana, este vivir carismáticamente las intuiciones de nuestro Padre, Misionero y Fundador; San Antonio María Claret, nos entusiasma y nos impulsa a seguir adelante, y por todo esto nos alegramos con nuestros hermanos que ven hecha realidad aquel pedido que hace años hicieron al Obispo.
El cronista.