Sunday, May 06, 2007
Por las kalendas de mayo hemos vuelto por estos lares del norte de la misión claretiana. Hemos venido Basilio Montañana y Mariano Sedano a visitar a nuestros hermanos que siguen a pie de obra el crecimiento y asentamiento de esta comunidad cristiana de San Miguel en Murmansk. Yo no se qué admirar más, si la rapidez y solidez con la que se va levantando el templo (la aguja de la torre, ya casi se ha completado y se cubre el techo de la iglesia) o el entusiasmo y la fidelidad de la comunidad cristiana que sigue dando muestras de una gran vitalidad. Cada domingo, tienen un gesto muy especial al concluir la Eucaristía: cada persona o cada familia entregan su contribución económica para la obra del templo parroquial. Nuestros fieles no son ricos, en absoluto. Incluso entre ellos hay gente que pasa necesidad. Pero la iglesia es la casa común de todos y entre todos hay que levantarla. Entre Diciembre y Abril han recogido más de 85.000 rublos, es decir unos 3000 euros. Nuestros hermanos Joseph Biberacher y Juan Sarmiento pueden estar orgullosos de su gente. Creo que entre la comunidad y sus pastores se ha dado una suerte de "communicatio idiomatum" de entusiasmo. Por eso la obra va adelante, porque está bien fundada. Fundada en Dios (en-theós) y esa es la raíz del entusiasmo que ve la culminación donde otros ven sólo el andamiaje. Gracias, hermanos de Murmasnk por vuestro entusiasmo. !A pesar de la nieve y el frio, ha estallado la Pascua florida en el Círculo Polar!